El verano trae consigo altas temperaturas y, por lo tanto, un incremento en el consumo de energía – y de la factura eléctrica – para mantenernos frescos en casa. Para ayudarte a ahorrar energía y mantener tu hogar fresco durante este verano, te ofrecemos 8 consejos prácticos:
1 | Realiza un mantenimiento regular de los electrodomésticos
Los electrodomésticos como el frigorífico, el congelador y el aire acondicionado tienen un mayor gasto energético durante los meses de verano. Mantenerlos en buen estado puede mejorar su eficiencia y prolongar su vida útil:
- Aire acondicionado: Asegúrate de limpiar los filtros regularmente, ya que tener el filtro sucio puede reducir la eficiencia del aire hasta un 15%.
- Frigorífico: Limpia la parte trasera del frigorífico para asegurar su funcionamiento óptimo y ajusta la temperatura del congelador para ahorrar energía.
Consejo: La temperatura recomendada para un congelador es de -18 °C. Esta temperatura es ideal para conservar los alimentos congelados de manera segura y eficiente, manteniendo su calidad y evitando el desperdicio de energía.
2 | Optimiza el uso del aire acondicionado
Además de un mantenimiento regular, puedes optimizar el uso del aire acondicionado ajustando la temperatura. Mantén el termostato a una temperatura cómoda pero no excesivamente baja: entre los 24-26°C es la temperatura recomendada.
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De esta manera, mantendrás una temperatura ideal y, además, ahorrarás. Se estima que, por cada grado menos de temperatura, se consume un 6% más de energía.
El eterno debate: ¿aire acondicionado o ventilador?
Si hablamos en términos de ahorro energético, un aire acondicionado puede consumir hasta 20 veces más energía que un ventilador en las mismas condiciones de uso. Ahora bien, debes saber que, los sistemas de aire acondicionado enfrían el aire, y los ventiladores simplemente generan corrientes de este.
3 | Baja las persianas en las horas de más calor
Aislar la vivienda correctamente en los momentos de máxima temperatura ayuda a mantener el aire fresco en el interior. Si bajas las persianas o el toldo durante las horas más calurosas del día, bloquearás la entrada de rayos solares en casa. De esta forma, aunque tengas que encender el aire acondicionado o el ventilador, te costará menos energía refrigerar el ambiente.
4 | Asegura un correcto aislamiento de las ventanas
El aislamiento de las ventanas es realmente importante para conseguir el máximo rendimiento de los aparatos de aire acondicionado. Aislar correctamente el hogar reducirá la carga sobre tus sistemas de refrigeración y ayudará a mantener una temperatura fresca y confortable. Un mal aislamiento, por el contrario, hará que la casa se recaliente más, que el frío se escape y que gastes energía que no estarás disfrutando del todo.
5 | Aprovecha la ventilación natural
Aprovechar las horas más frescas, como por la mañana y por la noche, ayuda a reducir el uso de aires acondicionados y, por lo tanto, el consumo de electricidad.
Abre puertas y ventanas y permite que el aire circule. Al ventilar, el aire se carga de oxígeno y se regula la humedad, además de eliminar malos olores, dióxido de carbono y sustancias nocivas que pueda haber en el ambiente.
6 | Evita utilizar electrodomésticos que producen calor
En este punto ya no nos centramos solo en el ahorro energético que puede suponer utilizar estos electrodomésticos (que puede ser mínimo), sino en cómo pueden calentar el ambiente y competir contra el aire acondicionado. Parecen tonterías, pero todo ayuda:
- Prioriza en tu dieta alimentos frescos y elabora recetas frías. Evita utilizar electrodomésticos que producen calor y suben la temperatura del hogar, como el horno.
- Usa los electrodomésticos en horarios estratégicos. Realiza aquellas actividades que generan calor, como planchar, en las horas más frescas del día.
- Dúchate con agua tibia. Esto no solo ayudará a bajar tu temperatura corporal, sino que reducirá el uso de energía en calentadores de agua y a no calentar en exceso el ambiente.
- Apaga los aparatos que no estés utilizando. Mantener la televisión o el ordenador encendidos por largos periodos de tiempo puede elevar la temperatura de la estancia debido al calentamiento de los aparatos. Es importante reducir su uso y apagarlos debidamente al terminar de usarlos para evitar las emisiones de calor y el consumo stand by, que puede suponer hasta un 8% de tu consumo eléctrico.
7 | Utiliza dispositivos de carga solar
Hoy en día existen pequeños dispositivos que se cargan con la luz del sol y que pueden ayudarte a disminuir tu factura energética, y en verano es el momento idóneo para utilizarlos. Por ejemplo, si tienes jardín o terraza, puedes sustituir las bombillas eléctricas por luces solares y así siempre tener un punto de luz en el exterior sin gastar energía.
8 | Rodéate de plantas
Aunque no es un método infalible de ahorro y no te supondrá mucha diferencia en la factura, las plantas pueden ayudarte a crear un ambiente más fresco y agradable.
Coloca macetas en las ventanas, estas absorberán los rayos de sol y ayudarán a reducir la temperatura. Por si no lo sabes, la vegetación puede enfriar el aire a su alrededor a través de un proceso llamado transpiración, donde las plantas liberan vapor de agua, creando un efecto de enfriamiento natural.
Con estos consejos, podrás disfrutar de un hogar fresco y cómodo durante el verano, además de reducir tus facturas de electricidad.
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